75 Convención Bancaria | Estabilidad política y financiera en México: Variables de éxito ante la incertidumbre global | Asociación de Bancos de México

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Versión estenográfica Acapulco, Gro., 18 de mayo de 2012

Sr. Felipe González Márquez

Conferencia Magistral
Sr. Felipe González Márquez
Presidente del Gobierno de España
(1982-1996)

- PRESENTADOR: Felipe González cursó las carreras de derecho, economía y relaciones laborales.

Recordamos que en 1963 ingresa en el Partido Socialista Obrero Español, que actuaba en ese momento en la clandestinidad impuesta por el régimen franquista.

Felipe González fue elegido Secretario General del PSOE, en 1974, trabajando a partir de ese momento en la definición y el refuerzo ideológico del partido.

Se esforzó en participar en la transición política española, como todos sabemos bien. La fuerte cohesión de su partido en los años 80 y su indiscutible talante facilitaron el triunfo por mayoría absoluta del PSOE, en 1982.

Felipe González desempeñó el cargo de Presidente del Gobierno durante 14 años, su gestión estuvo marcada por enormes reformas, la universalización de la educación pública gratuita hasta los 16 años, la multiplicación de oportunidades de acceso a la Universidad y la dotación de un amplio sistema de seguridad social en España.

También se llevó a cabo una enorme reconversión industrial durante su gestión, durante su mandato y además de la reforma del Ejército con la profesionalización de los mandos militares.

En el plano exterior no hay duda de que se puede decir que la piedra angular de su política fue la adhesión de España a la Unión Europea en 1986.

Sin más, nos complace mucho en la Asociación dar una calurosa bienvenida a don Felipe González.

- SR. FELIPE GONZÁLEZ MÁRQUEZ: Buenos días.

Me alegro realmente estar de nuevo en México y en la Asociación. No es la primera vez que participo en una de las convenciones anuales de la Asociación de la Banca, pero hoy mis primeras palabras van a ser de recuerdo, de homenaje y de cariño a Carlos Fuentes: gran amigo, gran escritor, gran pensador, el hombre que durante tantos años vivió buscando esa raíz identitaria de este gran país que es México.

Y bien, esta mañana ha sido muy intensa, intensa escuchando a los candidatos. Han sido muy interesantes las exposiciones. Yo creo que es un privilegio que pocas asociaciones de banca tienen en el mundo, que puedan pasar los candidatos a exponer sus posiciones ante los actores del sistema financiero mexicano.

Y he oído apreciaciones, conozco a los candidatos, prácticamente a los cuatro, más a unos que a otros, y he oído apreciaciones interesantes con algunos puntos de convergencia, y algunos que se referían, por exclusión lateralmente a la propia situación y realidad de España.

Verán, yo quería hoy explicarles qué es lo que está pasando en España y en Europa, y para explicarles eso, lo primero que quiero hacer es situarlo en el cambio que se ha producido ya, no que se está produciendo en el mundo. Y en ese cambio mundial.

El otro día me llamó la atención y se lo comenté anoche que Agustín Carstens, en un debate que tuvimos hace como unos diez días en uno de los foros preparatorios de la reunión del Grupo de los 20, que ya en sí mismo es una señal del cambio, es esta producción en el mundo, hizo unos gráficos muy interesantes.

Uno, que no lo van a poder ver, pero que tiene esa distancia, que tiene una línea azul y otra línea roja, muestra algo que define al mundo en el que estamos viviendo.

En el año ’91, los llamados países centrales, que son la suma de la Unión Europea de Estados Unidos y de Japón, eran responsables de casi el 70 por ciento del Producto Bruto Mundial, de la riqueza mundial.

En el año 2011, 20 años después, naturalmente si eran responsables del 70, apenas llegaban al 30 por ciento los países emergentes, sumen lo que llaman los BRICS, desde Rusia, China, India, Brasil, etcétera, aportaban el 30 por ciento del Producto Bruto del Mundo.

En el año 2011, se ha invertido la tendencia y los países llamados centrales, apenas llegan en términos PPP, es una manera de medirlo, apenas llegan a la mitad, 48 por ciento de la riqueza mundial, en tanto que los países emergentes, les seguimos llamando emergentes, no sé por qué, porque ya emergieron en tanto que Europa se está sumergiendo.

Por tanto, en tanto que los países emergentes, ya digo, aportan el 51 al 52 por ciento del Producto Bruto Mundial.

Les diré una novedad que México cuesta una novedad, una información que en México siempre cuesta creer, en Brasil la creen mucho más.

Cuando recibí el encargo hace tres años, finales del 2007, principios de 2008, ya hace cuatro años y empecé a trabajar en un informe que se llamó Informe sobre el Futuro de Europa, que era ver qué pasaría con Europa en el horizonte del 2020 y el 2030, naturalmente estudiábamos qué pasaba con la Unión Europea, en el contexto de la economía mundial, y además cuando recibí el encargo, todavía no se tenía conciencia de la dureza, de la implosión del sistema financiero de los países centrales y de sus consecuencias en la economía de los países llamados centrales y en el resto de la economía mundial.

Les estoy hablando, en cargo diciembre de 2007, cuando empezamos a trabajar era diciembre de 2008 y ya no sólo conocíamos bien las consecuencias de las hipotecas basura, sino que conocíamos muy bien lo que pasó con Lehman Brothers; y, por tanto, ya ese era bastante consciente de la inclusión del sistema financiero mundial.

Estuve trabajando en ese tema durante dos años por encargo de los 27 jefes de estado y de gobierno que componen la Unión Europea. Y lo que decía, era información interesante para México, que en todos los análisis que veíamos de cómo estaba evolucionando la economía mundial, incluido el impacto de la crisis, nos salía no sólo la curva que acabo de mostrar, nos salía que habría 10 países emergentes que serían responsables del crecimiento, del 70 por ciento del producto bruto mundial en los próximos 15 ó 20 años.

Estaban situados desde el punto de vista geo-político y geo-económico en esa situación. Esos 10 países emergentes eran los “BRICS” a los que había que añadir en todos los estudios México, Indonesia, Turquía, Sudáfrica, en fin.

¿Por qué me detengo en México? Primero porque mis vínculos con México tienen 40 años; y en segundo, porque estamos en México. Y como estamos en México, quiero decir que cuando este mismo razonamiento lo hago en Brasil o en China, los chinos y los brasileños se lo creen, los mexicanos todavía no; no se creen que México va a ser uno de los 10 países emergentes, responsables del crecimiento del 70 por ciento del producto bruto mundial en los próximos 15 ó 20 años, y México está preparado para eso. Pero es verdad que la economía son muchas cosas, pero también un estado de ánimo, no sólo de un estado de ánimo.

Citaba josefina al Presidente Rajoy, Presidente del gobierno español ahora, y lo citaba diciendo: “Preservé la salud macroeconómica”, yo diría la pública y los equilibrios, como les explicaré ahora.

Y él de absoluta buena fe creía hace un año que sólo con que desapareciera el desastre del gobierno de Zapatero, que es de mi partido, se recuperaría la confianza. La confianza es un animal muy esquivo, por tanto pasan cinco meses del nuevo gobierno y no se recupera la confianza, y lo más esquivo de todos es la famosa prima, que es la de riesgo que sigue aumentando. Y tiene algunos elementos de explicación, pero no todos.

Miren, yo como les digo, hace muchos años que vengo a México, hace 30 años lo acaban de oír, llegué a la presidencia o va a ser 30 años que llegué a la presidencia del gobierno de España, era un 2 de diciembre del 82, prácticamente en el mismo tiempo en que protestaba su cargo el presidente De la Madrid en México, era una fecha muy coincidente.

Y en estos 30 años lo normal ha sido que el referente de España con el trasfondo de Europa haya sido un referente muy positivo.

España se le estaba admirando por su desarrollo, la modernización, los éxitos de capitalización física y de capitalización humana del país, y los nuevos equilibrios, tanto desde el punto de vista productivo, desde el punto de vista industrial, como desde el punto de vista social.

Hoy oí a los candidatos hablar de la universalización de las pensiones o de la asistencia sanitaria, o de la universalización de la educación. Son tareas que fuimos haciendo a lo largo de años en el Gobierno Español y sólo le daré, para no cansarles, una referencia que ya di en la Asociación de Banqueros hace unos años.

El Producto Bruto Español, cuando llegué al Gobierno, el Producto por habitante, era 4 mil 500 dólares, repito, era diciembre del ’82.

El de México, en el mismo momento, en lugar de 4 mil 500, era 4 mil 270. O sea, estábamos muy cerca en términos de Producto Bruto.

¿Por qué se respetaba o se tenía como referencia, con una cierta admiración a España? Porque la evolución de ese producto bruto en 30 años ha llevado a España a tener, incluso ahora, en plena crisis, con 24 por ciento de desempleo, etcétera, haber superado la barrera de los 30 mil dólares por habitante.

Esa ha sido la evolución en España; incluso en este momento, repito, en que el referente a España es de preocupación, de fracaso, de dureza de la crisis, y estamos en 30 mil, algo más de 30 mil dólares per cápita.

No quiero abusar, porque los dólares del ’82, eran más respetables que los dólares de ahora. Por tanto, hay que deflactar esos dólares.

Toda la política monetaria que se hace en Estados Unidos, pues ha ido haciendo evolucionar al dólar, pero aun así, cuando se mide el Producto Interno Bruto o el Producto per cápita de México, pues se habla de 15 mil dólares o de lo que sea, y son la misma referencia en dólares.

Por tanto, hoy me gustaría responder una cuestión aquí. ¿Qué está pasando con España y con Europa en el contexto de la economía mundial? ¿Por qué nos estamos dando este enorme batacazo, después de décadas de éxito? ¿De dónde viene y cómo se puede responder?

Para mí no es un ejercicio muy complicado, porque repito, en diciembre del 2007, aunque como las cosas de Palacio siempre van despacio, arrancó el grupo de trabajo de 12 personas en diciembre de 2008, haya hecho el ejercicio de qué pasa con Europa, por qué está en la situación que está, y ahora, cuando veo al Presidente Calderón, o a su Ministro de Economía de Finanzas, preparando la reunión del G-20, y todavía manteniendo un punto de interrogación, real y serio, es decir, qué posición va a traer la Unión Europea a la reunión del G-20, en temas como qué posición va a traer en relación con la tragedia griega, nunca mejor he empleado el término, que vuelve a repetir elecciones y que se van a celebrar el día antes de la reunión del G-20.

Y anoche estábamos comentando, él decía: Pues no creo que vaya a tener una posición nueva ni común, porque Europa ha demostrado la incapacidad para enfrentar la crisis, problema de la deuda, el problema del crecimiento añadido, y lo ha demostrado hasta el extremo de que Grecia, que es sólo el 2 por ciento del producto bruto de la Unión Europea, ha planteado un problema sistémico que parece no tener solución, que cuando se planteó en sus inicios valía 100 y ahora con 600 no se arregla, y la economía griega sigue cayendo a tasas del 4 o del 5 por ciento hasta la exasperación de Grecia y de los griegos como país, como se ha visto en el resultado de las elecciones.

Verán, voy a seguir utilizando el ejemplo de España. Ya lo hice cuando los jefes de Estado y de Gobierno europeo en 2010 me convocaron después de año y medio de trabajo del grupo de reflexión, para que les anticiparan oralmente en una reunión de lo que llamamos consejo europeo, reunión de Jefe de estado y gobierno, les anticipara oralmente marzo de 2010 por dónde iban las conclusiones del grupo en relación con el futuro de Europa, incluido, era inevitable incluirlo, el impacto de la crisis del sistema financiero de los países centrales y sus consecuencias en la economía real y sus consecuencias de carácter social.

Entonces, ya advertí algo que les permitirá a ustedes seguir esa explicación. Se ve Europa, pero en particular la proximidad de nuestro pueblo, que es una proximidad que trasciende a la buena relación entre gobiernos, hacen que ustedes vean a España, la vean con preocupación, con desconcierto, ya no es un referente de éxito, ahora tienen muchos problemas que indican que estamos fracasando para enfrentar la crisis.

Por tanto, voy a hacer lo mismo que hice en el consejo europeo. Y bueno, les voy a hablar de España para hablarles de la crisis europea sabiendo que varios jefes de gobierno, el de Irlanda, el de Italia, no digamos el de Grecia, el de Portugal y algunos países más van a pensar que habló de España, pero que me estoy refiriendo a 17 ó 16 de los 27 países de la Unión. Por tanto, no sólo me estoy refiriendo a España. Y dije, y el presidente Zapatero no se va a molestar porque me conoce.

Hay todavía mucha información equivocada sobre lo que pasó. España durante los 7 u 8 años anteriores al estallido de la crisis y, por tanto, durante toda la primera década de ese nuevo siglo, con la entrada en funcionamiento de la moneda única, del euro, España cumplía lo que se llamaba y se llama en el sistema euro, el pacto de estabilidad, siempre en Europa se añade, cada vez que hay un plan de estabilidad, como en todas partes, y de crecimiento.

La verdad es que uno se ocupa de la estabilidad, lo del crecimiento se añade, porque políticamente es correcto añadir crecimiento; pero en fin.

España cumplía el pacto de estabilidad y de crecimiento en el último Gobierno de Aznar, gobierno ya con la moneda única, y en el primer gobierno de Zapatero, mucho más y mejor, que Alemania y que Francia.

¿Qué exigía el pacto de estabilidad? Si lo cual es difícil entender, por qué se produce esta crisis de la que Europa no está saliendo y parece no saber salir.

El pacto de estabilidad, para poner en marcha la moneda única, una sola moneda para los 17 países del euro, exigía que el déficit público no fuera superior al 3 por ciento y que la deuda pública no fuera superior al 60 por ciento del Producto Bruto.

Cuando acaba el Gobierno de Aznar en 2004, España tenía prácticamente equilibrio presupuestario. Por tanto, no tenía déficit público y su deuda iba bajando muy por debajo del 60 por ciento.

Cuando acaba el primer Gobierno de Zapatero, los primeros cuatro años de Gobierno, es decir, 2004, 2005, 2006, 2007, España tenía un superávit presupuestario de 2 puntos, algo más de 2 puntos y una deuda pública del 37 por ciento.

Como decía mi paisano: “¿Cómo está tu mujer, compadre?” Y decía: “¿Comparada con qué?” Yo lo voy a comparar, comparado con Alemania que tenía un 85 por ciento de deuda, 37, 85 y un déficit del 3.3 por ciento del Producto Bruto y un poco más en cifras, Francia; y un poco más, Gran Bretaña.

Por tanto, con los grandes países de la Unión. Luego, ¿qué es lo que quiero llamar la atención? El problema de España no estaba en sus cuentas públicas, estábamos creciendo casi al 4 por ciento, había una alegría que nadie estaba viendo la que se nos venía encima, había una alegría de consumo, de ladrillo y de cemento. Estábamos construyendo durante años, 800 mil viviendas anuales; la suma de lo que construía Francia, Alemania e Italia.

Para 44 millones, 45 millones de habitantes, construíamos tanto como vivienda; como Alemania, Francia e Italia.

Por lo tanto, la burbuja inmobiliaria era gigantesca. Pero las cuentas públicas eran perfectas; por cierto, como las de Irlanda. Irlanda y España cumplían el pacto de estabilidad mejor que nadie.

Pues ahora les quiero decir por qué entonces un pacto de estabilidad que tiende a garantizar que funcione una moneda única en 17 países, no ha sido capaz de evitar la crisis que estamos viviendo de distintos grados en países europeos integrantes de la unión monetaria.

La crisis en forma de recesión, en forma de desempleo, en forma de peligro para el sistema financiero hoy le ven, ustedes que están dentro del sistema, la rebaja de calificación, de entidades financieras, etcétera, no sólo de España, ha pasado en otros países europeos el proceso de nacionalización de bancos en crisis como ha ocurrido en Gran Bretaña, de inyecciones de dinero público gigantescas en Francia o en Alemania a las instituciones financieras privadas, etcétera.

¿Por qué ha ocurrido esto? Porque desde el principio ha habido dos problemas en la puesta en marcha de la unión monetaria que no se han querido ver.

Primero, yo soy de los firmantes, por tanto me da culpa. No, no me arrepiento, al contario, de lo que se llamó en el tratado de Maastricht, el tratado de la unión económica y monetaria. Así que en el 91 firmamos una unión como un paso más en la integración europea, económica y monetaria, y en el 2000 se puso en marcha la unión monetaria una sola moneda, pero no la unión económica.

Cuando se vio el sistema financiero de los países centrales provocó lo que se llama técnicamente choques asimétricos en las distintas zonas de la unión por divergencia de sus políticas económicas.

¿Cuál era la divergencia? Sigo con el ejemplo español, que podría ser el Irlandés y otro, ¿cuál era la divergencia económica de España?

España crecía a casi al 4 por ciento, absorbió en esa década 6 millones de inmigrantes, por tanto atraía empleo, independientemente que las cifras de desempleo eran del 8 por ciento las formales, pero había 6 millones de personas que venían de fuera a buscar trabajo adentro, o había realmente una enorme oferta que se compensaba con esa demanda no satisfecha que venía de fuera de empleo.

Por tanto, España crecía y tenía buenas cuentas públicas. Sin embargo, algo estábamos descuidando durante todo ese tiempo, que era lo que nos diferenciaba al revés con Alemania, nuestras cuentas privadas.

Las familias se endeudaron por encima de las familias, por encima del 90 por ciento del producto bruto, el efecto de la compra masiva de viviendas, y las empresas, las instituciones del sector privado se endeudó casi hasta el 200 por ciento del producto bruto. Era exactamente lo contrario de lo que pasaba en Alemania, como país referente o en Italia tenían 120 por ciento de deuda pública sobre el producto bruto, pero también la tenían cuando gobernaba Andrioti, hace 25 años; Italia en eso no ha cambiado. Ese 120 por ciento de deuda sobre el Producto Bruto, lo ha tenido siempre.

Hablo de Alemania, porque Alemania se convirtió dentro de lo que llamamos países desarrollados, en la única economía de los países desarrollados que exportaba capitales, es decir, que ahorraba más de lo que consumía en términos de capital; la única, el resto hay que buscarla o en países petroleros eficientes, o en economías emergentes como China.

Para encontrar exportación de capital, alguien dijo hace 5 años, antes de empezar esa terrible crisis, que lo que llamamos el Occidente desarrollado, había gastado en los últimos 20 años, lo que iba a tener que pagar en los próximos 20.

En tanto que en los países emergentes habían ahorrado en los últimos 20 años, lo que se iba a poder comprar en los próximos 20 y eso es lo que está ocurriendo en el mundo.

China tiene 3.3 trillones de dólares de reservas, en varias divisas; 1.3 trillones de dólares de deuda pública americana y 570 mil millones de dólares de deuda pública europea.

Por tanto, ¿qué fue lo que pasó? España llegó al momento de la crisis con buenas cuentas públicas, pero con una balanza de pagos por cuenta corriente, que tenía un déficit de 10 por ciento.

Atención, yo no quiero hacer nunca de este juego de los equilibrios macroeconómicos, algo que sea, digamos, sectario.

A mí una balanza de pagos, que durante cierto tiempo sea en términos razonables deficitaria, porque se están importando bienes de capital para mejorar el aparato producto y hacer que el país compita en la economía global, le parece algo soportable, pero cuando se desequilibra la balanza de pagos, porque estamos consumiendo internamente aquello que no ahorramos y estamos produciendo algo que no es competitivo porque perdemos productividad en la economía mundial.

En base a crédito abundantísimo y por debajo de la tasa de inflación, esa balanza de pago está denunciando una crisis estructural de la economía que está negando la bonanza aparente que durante años y años, por lo menos una década hemos estado disfrutando con cierta ceguera en España.

Por tanto, lo que quiero decir, ahora que dice que se habla sólo de los ajustes y del rigor, sobre todo Angela Merkel que habla sólo del rigor, nunca de la liquidez y del crecimiento, y probablemente que haciendo tan insistencia en el rigor nos lleve al rigor mortis, vamos camino a ello. Y he defendido siempre en México que la estabilidad macroeconómica, que es lo que México ha conseguido, pero no sólo ha conseguido las cuentas públicas, es que también tiene estabilidad en los equilibrios del país, la suma de públicas más privadas. Es una condición necesaria para cualquier planteamiento de desarrollo sostenible y de crecimiento sostenible.

Digo que Europa tiene que ir a un ajuste fiscal, países como España en dos años, desde 2007 a finales de 2009 pasó de un superávit de dos puntos en el producto bruto en su presupuesto a su presupuesto a un déficit de diez puntos y medio, entre otra cosa pagando tres puntos de producto bruto que todavía estamos pagando sólo para cubrir el incremento del desempleo, al mismo tiempo que naturalmente se ha caído el producto, etcétera, sólo para eso.

Ahora estamos pagando tres puntos de producto bruto para financiar una deuda, que es el 20 por ciento todavía menor, una deuda pública que la de Alemania, pero que va acompañada de una prima de riesgo que nos hacen pagar cinco veces más intereses que los que paga Alemania, pero Alemania es Alemania, pero también cinco veces más que lo que paga Gran Bretaña, que no es Alemania, como diría Churchill, sobre todo cuando hablaba de la firma de riesgo.

Gran Bretaña tiene el 85 por ciento de deuda sobre el producto bruto y que tiene un déficit del 8 y pico por ciento, y está financiándose al 1.5 por ciento de tasa de interés. España tiene que pagar seis puntos de tasa de interés, 5.5. Imaginen la diferencia.

Pero lo que quiero, sobre todo llamar la atención, cuáles son los fallos entonces que se ha producido en el modelo europeo. Algunos dicen que no era previsible, es mentira, hay bastantes trabajos a finales de la década de los 90’s, que advertían que una unión monetaria con divergencias económicas sucumbiría a la primera crisis financiera.

Esto que ya lo vivió Estados Unidos de América a finales del Siglo XIX, y que hoy mismo haría imposible si no se hubiera corregido y hubiera una unión monetaria dentro de una unión económico y fijado, haría imposible financiar fiscalmente a California.

California es el estado con el PIB per cápita más alto del mundo, con mayor tecnología, podríamos decir que es el estado fallido más rico del mundo, porque los presupuestos no lo pueden equilibrar; si no financiaran la deuda con el recurso a la reserva federal, California no podría sobrevivir, estaría en una crisis como la griega, por entendernos.

Entonces, en Europa no se quiso aceptar que un modelo de unión monetaria, sin unión económica, es decir, con divergencias económicas y fiscales, era un modelo que iba a estallar tarde o temprano.

Y estalló cuando vino una crisis, es verdad que mayor de la esperada, porque además el Banco Central Europeo, no es un banco de último recurso.

Así que lo mismo que nos ha ido fantásticamente bien durante unos años, bien entre comillas, para facilitar créditos, a menos interés que teníamos en España, por tanto con intereses negativos, qué empresa o qué familia se iba a preocupar de ahorro, si su ahorro le daba una rentabilidad menor que el crédito que obtenía con intereses negativos.

El apalancamiento de las empresas, es el resultado de una facilidad crediticia sin límites y sin control sobre el objetivo final.

Atención porque no estoy hablando de que el sistema financiero español se contaminara demasiado, que ha sido una de las ventajas de América Latina, sin duda; de México, de Brasil. Se contaminara demasiado con ese tipo de productos que siguen creando problemas. Lo pueden ver en la prensa en estos días, en JP Morgan, con ese tipo de productos de derivados, de estructurado, de España no se contaminó mucho de eso, pero se contaminó del todo, de un sistema hipotecario con una creación de vivienda absolutamente insostenible desde el punto de vista del tiempo; es decir, a nosotros lo que nos golpeó duramente fue la burbuja inmobiliaria y una economía, lo advierto, porque he oído a los candidatos, que perdía productividad por horas de trabajo y competitividad en la economía global.

Ahora salgo de España para decirle, como le decía en el Consejo Europeo, esto que ha pasado con España, que era el mejor alumno del pacto de estabilidad.

Ha perdido su margen de maniobra para hacer políticas contracíclicas. En 20 meses eso, en Europa pasa con varios países. ¿Pero qué significaba? Para toda Europa, con algunas diferencias, los países del Norte de Europa, hicieron sus ajustes estructurales para competir en un marco económico que era la economía global que había cambiado tan radicalmente, como puede verse en el gráfico del que les hablaba.

Ya no se trataba de comparar a Europa con Estados Unidos, o Estados Unidos con Europa, en términos de competitividad; ya no éramos motores de la economía mundial, ya la economía mundial, no era una economía en que los países centrales definían el precio de las materias primas.

Por tanto, los definían a la baja, como los grandes consumidores de materia prima. Y definían el precio de las manufacturas, esto cambió, se liberaron de esa relación de dependencia los países emergentes, esa es la gran oportunidad de América Latina. A México se le critica por la tasa escasa de crecimiento en relación con otros países de América Latina, sea Perú, sea Colombia o sea Brasil si se quiere. Yo quiero hacer sólo un matiz.

El grado de interdependencia de la economía mexicana respecto de Estados Unidos, es mucho mayor que el grado de interdependencia de la economía peruana, de la economía chilena o de la economía brasileña.

Por tanto, si el gran motor de la economía del norte se para en México, se siente relativamente más que en otros países de América Latina. Pero esta es una explicación objetiva.

¿Cómo se equilibra eso? Es un problema que México tendrá que decidir.

Pues bien, lo que advertí a la Unión Europea en aquel informe que presenté en mayo de 2010, después de un esfuerzo de 18 meses, en el que alguna gente como Mario Monti, actual presidente del gobierno italiano, al que llaman gobierno, un tecnócrata al gobierno, a don Mario Monti lo conozco desde hace muchos años, sabe hacer cuentas, es lo más distante de un tecnócrata que uno se pueda imaginar, se parece más a un cardenal florentino del renacimiento que a un tecnócrata educado en Geilo, en la universidad.

Por tanto, Mario Monti, era uno de los miembros de ese grupo; George, que les sonará, porque fue el presidente de Nokia, todo el tiempo en que Nokia tuvo éxito, era otro miembro del grupo, hoy presentamos el informe mayo de 2010, y voy a decir que como otros esfuerzos, esos 18 meses de trabajo con reuniones como mínimo mensuales de un par de días, es un esfuerzo que condujo a la melancolía; ahí había un diagnóstico, era breve de informe, no breve la documentación que manejamos, eran miles y miles; pero el informe era de 37 folios y yo creo que debe estar en algunos de los cajones, de los jefes de gobierno que nos encargaron el informe que cada vez quedan menos, porque la crisis devora a gobiernos, de derecha, de izquierda y medio pensionistas.

El que gobierno la crisis a ese se lo lleva la crisis por delante; por tanto, de los que encargaron aquello cada vez quedan menos. Y en el informe estaba claro, claro, manifiesto que a Europa le había agarrado la crisis del sistema financiero americano y europeo después, como un mazazo de un parteaguas histórico.

La crisis era estructural y venía acumulándose durante 20 años, la economía mundial cambió en los 90’s y en el 2000. Cambió la economía mundial, cambiaron las razones de la competitividad, también cambiaron y Europa no cambió; Estados Unidos también se retrasó en ese cambio, y tiene problemas de competitividad, menos que los europeos, porque es más flexible, pero en Europa, eso ya se había notado y en el año 2000 la Unión Europea decide lo que se llamó la Agenda de Lisboa, porque se acordó en Lisboa.

¿Qué decía la Agenda de Lisboa? Decía que Europa se proponía entre el año 2000 y el año 2010, volverse a convertir en la potencia económico-tecnológica más importante del mundo; y por tanto, proponía una serie de reformas estructurales para ganar competitividad, reformas estructurales que salvo los nórdicos, finlandeses, suecos y daneses, no hicieron los demás.

Proponía como en los programas, a mí en los programas políticos siempre me preocupa que haya cien prioridades, porque si hay cien es que no hay ninguna.

Las prioridades o son tres, o no son prioridades. Ustedes eligen las que quieran, después tienen que gobernar con 100 programas, porque tiene que atender a todos los frentes.

Pero por definición, las prioridades son prioridades, y excluyen el número, bueno, pues las prioridades de reformas estructurales de Europa, de la agenda 2000 eran 27 puntos de reforma sobre los que se podía medir como los distintos países europeos avanzaban para ganar competitividad para mejorar la investigación, el desarrollo, la innovación, competir en la sociedad del conocimiento y no competir por salarios baratos.

¿Cómo va a llegar Europa a pagar los salarios de China? Es absolutamente imposible, competir por excelencia, por valor añadido, por innovación.

Como había 27 parámetros, y suele ocurrir en Europa bastante, qué método se aplicaba para exigir el cumplimiento de los parámetros, cumplimiento que se habían impuesto a sí mismos, los 27 Jefes de Gobierno, no crean que se lo había puesto nadie que viniera de fuera.

Se llamaba método abierto de cooperación, que significaba que cada uno hiciera lo que le diera la gana. Y así fue, los distintos países se conformaban con decir: “He mejorado a mitad del recorrido en 2005. He mejorado estos tres parámetros de los 27.

Los otros decían: “Yo estos dos y nadie se lo tomó en serio”

Entonces, una Europa gastada en decadencia, con una demografía tan negativa como es positiva el bono demográfico mexicano hoy.

Si uno piensa en Alemania, el país más potente de Europa, un 38 por ciento de la población que vota, pueden tener una explicación para el comportamiento de Merkel, vive de una renta, o bien de una pensión, o bien de un ahorro colocado en un fondo, 38 por ciento, o bien de la combinación de los dos.

Por tanto, esa persona que vota no está preocupado de cómo evoluciona el producto bruto, cuánto crece la economía; está preocupado de si su renta le permite mantener su poder adquisitivo o no. Si la economía crece al 1 por ciento, pero la inflación no sube, está manteniendo su poder adquisitivo, y eso es lo que le importa.

Lo primero que le importa a cada ciudadano le importa lo que pasa consigo mismo. Por tanto, la implosión del sistema financiero cayó sobre una Unión Europea que no había hecho los deberes en cuanto a las reformas estructurales que necesitaba para competir en la economía global, en la nueva economía mundial. No sólo se produjo un desajuste entre una unión monetaria y distintas políticas económicas y fiscales, o un desajuste entre un banco central que fijaba el tipo de cambio, la tasa de interés, etcétera, pero que no era banco de último recurso, que mientras que el banco de Inglaterra que no está en la zona euro, o la reserva federal cumpla deuda hasta parar cualquier movimiento especulativo, Estados Unidos perdió la triple A, pero la financiación de su deuda no se encareció, más bien bajó.

Por tanto, se está financiando, Estados Unidos se está financiando con tasas de interés negativa. Gran Bretaña también, esto es lo sorprendente, y en la zona euro hay países que pagan con la misma moneda, una tasa de interés del 6.5 por ciento y otros que pagan un 1.5 por ciento de tasa de interés para su deuda, porque el Banco Central Europeo, no el Banco de último recurso y no puede intervenir en el mercado de la deuda. Poder sí puede porque se puede todo, pero a la señora Merkel no le parece bien. Lo digo en serio porque es la situación que vivimos.

Italia tiene que financiar el 120 por ciento de deuda sobre el producto bruto que tenía hace 25 años, y para financiarlo necesita más de cuatro puntos de producto bruto. Así que para tener un equilibrio fiscal tendría que tener cinco puntos de crecimiento su economía, dedicar cuatro puntos y medio a pagar los intereses de la deuda, y un poquito de principal y seguiría estando a cero.

Ese es el gran desequilibrio de Europa. Pero créanme, los dos factores que tienen que retener, Europa la golpea la crisis con problemas estructurales que tienen que ver con la falta de competitividad, repito, ciertos abusos del estado del bienestar, no la sostenibilidad o no del estado del bienestar, sino lo que llaman los suecos, riesgos morales del estado del bienestar, que hay que corregir y limitar, veo a los candidatos y todos quieren pensiones universales, todos quieren como es natural, educación natural y gratuita, y una asistencia sanitaria primaria a la que pueda tener acceso todo el mundo.

Yo sé que eso cuesta 20 puntos de producto bruto; lo sé, porque lo hice, y por tanto, aumenté 14 puntos la presión fijal, no se engañen.

Durante 14 años de gobierno, la presión fijal, aumentó 14 puntos. Como veo y oigo hablar de reformas fiscales, la reforma fiscal, a todo el mundo le da miedo plantearla cuando llegan las elecciones; a todo el mundo le gusta tener mejor educación y mejor sanidad, pero no le gusta pagar más impuestos.

Yo no encontraba ningún ciudadano que diga: “Es que estoy dispuesto a pagar el doble, si me mejoran la salida.

Por tanto, si le pregunta a uno, mejor salida: “Sí” “¿Quiere pagar más impuestos?” “No, no porque se lo roba” Esa es la respuesta.

Bueno, cuestan 20 puntos de producto bruto esas tres áreas de políticas de cohesión social; atención, no es sólo cohesión social en mejorar el capital humano, y mejorar la accesibilidad al mercado, es un problema de equilibrio entre lo público y lo privado.

Pero lo más importante de la fiscalidad, de verdad es una buena administración fiscal.

Usted puede tener la mejor reforma fiscal imaginable, lo importante es que haya una administración fiscal que recaude de acuerdo con la Norma, y que las excepciones no sean tantas, decía Machado que la excepción confirma la regla. Siguiendo esa lógica dice que la regla sería más regla, mientras más excepciones tuviera, porque la confirma.

Así que la regla perfecta, sería la que sólo tiene excepciones. Eso es lo que pasa con las excepciones y exenciones en el impuesto del valor añadido.

Son tantas, que los agujeros se van abriendo, abriendo y dice: “No, a lo mejor no hay que aumentar la presión fiscal en indirecto; a lo mejor lo que hay que hacer es cobrar y no abrir tantas exenciones”

Pues bien, les repito y quizás sea el resumen de lo que quiero decir, Europa está cayendo en la irrelevancia a nivel mundial, como ese pequeño rincón suroccidental de Eurasia, donde la parte, hay un pedacito ahí que fue hegemónica en el mundo durante siglos, que desde el Renacimiento hacia acá, pasó de todo, desde las conquistas coloniales, hasta la hegemonía económica que después compartió con Estados Unidos durante el Siglo XX, y ahora está decayendo, está perdiendo relevancia en el mundo, y está intentando lo que era la parte del Informe, repito, está intentando buscar un camino para insertarse en la nueva realidad global, aprovechando algunas de sus ventajas, y minimizando algunos de sus riesgos; porque es una bendición que la gente tenga una medida, una esperanza vida media de 80 o de 82 o de 83 años; pero es una bendición, porque es un éxito del modo de vida, de la sanidad y de tantas cosas que nos obliga a revisar que se sigan jubilando a los 60 años, mientras que la población joven cada vez es menor, y digo nos obliga, porque vean, el sistema de pensiones en el mundo lo inventó un gran, gran conservador, que fue el canciller Bismark, en el Siglo XIX, y era tan, tan conservador que cuando inventó eso lo acusaron de comunista.

La persona que cumple 65 años en vida laboral tiene derecho a que se le garantice una pensión, que se le pague por el resto de su vida una pensión sin trabajar. La proporción era, uno, una persona, siglo XIX, superaba los 65 años, por tanto, había un pensionista por cada 99 personas trabajando. No era muy difícil de financiar porque si superaba los 65, lo que no hacía era superar los 70, yo ya lo he superado este año. Por tanto, la esperanza de vida era de.

Si las proyecciones demográficas de Europa siguieran como están, nunca hay que fiarse mucho de las profesiones demográficas, pero en el sentido de la historia sí, en el año 2099, es decir, en este siglo, es decir, los niños que están naciendo ahora en Europa, la proporción entre activos y pasivos sería una a una, una persona activa por cada persona pasiva.

Bueno, tenemos problemas estructurales muy serios, España la está pasando muy mal y sólo quiero dejarles un mensaje final: hay que atacar el problema de la deuda, no hay que atacarlo como un problema de solvencia porque no lo es, como decían los brasileños en el último G-20, le piden ustedes a Brasil que participe en un fondo de rescate de la deuda europea, pero si tienen ustedes más del doble de producto per cápita que nosotros, cómo es posible; pero el error que está cometiendo la dirección de Alemania hoy, que marca la dirección de la política económica europea es confundir el problema de la deuda que existe con un problema de solvencia que no existe, pero que al confundirlo se puede provocar, porque los inversores no se fían de los grandes desequilibrios, pero los inversores no invierten si no hay ninguna perspectiva de crecimiento en la economía europea.

¿Cómo invierte uno en la recesión? Por tanto, no hay expectativa para la inversión, no hay liquidez.

En España hay menos empresas, que el último año que estuve en el Gobierno, fue en el ’95. Después de haber crecido exponencialmente el número de empresas, y les aseguro que mucho más de la mitad de ellas, desaparecen destruyendo empleos, por una crisis de circulante, por una crisis de liquidez pura, no porque no tenga mercado.

Hay muchas de ellas, con un mercado exportador que libere muy bien a la economía española, en el 90 por ciento de su producción que se están cerrando porque no les llega el dinero para el circulante.

Y por tanto, van a la regulación de empleo, después a una suspensión de pagos, y después a una liquidación.

Y se está perdiendo el horizonte de esperanzas para una juventud, cuya gran paradoja es vivir en un país que dentro de 30 años, no tendrá población activa, salvo los que vengan de fuera, para mantener el producto bruto actual.

Y ahora se está viviendo un desempleo masivo de los jóvenes, con una pérdida seria de esperanza.

Si Europa no corrige, a España no se le pueden pedir políticas contracíclicas, no tienen margen de maniobra, eso ya se paró en el 2010, se agotó el margen de maniobra; pero Europa tiene un Banco Europeo de Inversiones que sin comprometer la deuda pública, puede poner en marcha el aparato productivo para los grandes proyectos europeos ya aprobados y por hacer al Banco Europeo de Inversiones se hace un fondo, una especie de Marshall, del Plan Marshall, a eso sí se sumarían los chinos y no a comprar más deuda, pues ya tienen una buena parte del adeudo europeo en sus manos.

Por tanto, tiene ese margen y lo tiene Alemania, y Alemania empieza a utilizarlo…, para que los demás no lo vean.

Alemania va a crecer en sus rentas salariales por encima de la inflación, por primera vez este año en 15 años.

Hasta ahora han congelado las rentas salariales para ganar competitividad y han soportado mucho mejor, siendo ahorradores y exportadores de capital que los otros.

España la está pasando muy mal, la va a pasar mal. Todavía este año y el año que viene lo va a pasar mal, y la desgracia en una economía interconectada es que aunque España haga todos los esfuerzos que tiene que hacer y acierte los esfuerzos, habrá hecho el 20 por ciento de la tarea para salir de la crisis; el resto depende de Bruselas, de Berlín, del Banco Central Europeo, haciendo todo lo que tiene que hacer. Hasta ese punto nuestra economía es interdependiente de Europa y de la economía global, pero interdependiente de la economía somos todo.

En México se sabe muy bien que si a Estados Unidos le va muy mal todavía por falta de diversificación de la economía mexicana, que es una bendición y una limitación, a México no le puede ir bien en tasas de crecimiento. Así que México la verdad si se lo creen los mexicanos, yo insistiré muchas veces, México será uno de los responsables del crecimiento del producto bruto mundial de la riqueza mundial con otros nueve motores de la economía de lo que seguimos llamando países emergentes en el mundo, no son los “BRICS” esta cifra que nos inventamos, son los “BRICS” y cinco más, no sólo Brasil y China, es Indonesia y México, o Turquía y Sudáfrica.

Esa es la esperanza mía para México. En Europa vamos a reaccionar, me preguntan pero ya en corto, ¿se va a destruir el euro? No, antes de destruir la moneda y que cada uno recupere su moneda van a hacer un cálculo tonto. Es cuánto cuesta el no euro, y como va a costar mucho más y tendemos a ser egoístas y prácticos no va a desaparecer el euro.

Van a sacar a Grecia del euro, pero sería sacar al 2 por ciento del producto bruto europeo del euro. Yo creo que no, yo creo que si no lo resuelven de acuerdo con los griegos lo van a encapsular como una herida para que el resto deje de contaminarse como se contamina todos los días.

España va a caer en una operación de rescate, el producto bruto de España es de tal dimensión, que no es rescatable más que arrastrando al resto de Europa.

Por tanto, no soy de los políticos que dicen, y se lo oigo decir al anterior y al actual presidente del gobierno, que nos va a costar, pero que saldremos de la crisis. ¿Por qué? Porque me parece una obviedad, de todas las crisis se salen, de todas, uno no está en crisis ya para siempre. El problema es si se sale haciendo un recorrido que sea lo más corto posible y que nos potencie en la salida, o dejando en la cuneta a tantas decenas de miles de empresas y de gente que no tendría por qué estarlo, y que por errores que compartimos con malas políticas europeas están quedando en la cuneta; pero piensen que cuando llegué al gobierno había 4 mil 500 dólares, se los digo a mis paisanos a veces y que ahora en plena crisis hay más de 30 mil dólares por habitante.

Así que salir desde una plataforma de 4 mil 500 o salir desde una de 30 mil, bueno, me gustaría encontrarme con una de 30 mil, no con la crisis que tienen ahora, que es la peor que he conocido.

Gracias.

- MODERADOR: Gracias, don Felipe.

En unos momentos más le acompaña el Presidente de nuestra Asociación, Jaime Ruiz Sacristán, para plantearle algunas preguntas de nuestros asistentes a la Convención.

Sr. Felipe González Márquez

- SR. FELIPE GONZÁLEZ MÁRQUEZ: Me pasé de tiempo.

- LIC. JAIME RUIZ SACRISTÁN: No se preocupe que se haya pasado de tiempo, al contrario, creo que su presentación, Presidente, ha sido muy interesante.

Posiblemente muchas de las preguntas que tenga yo aquí, las haya usted respondido, pero voy a empezar a ver.

Dice: “Nuestra Convención se llama Estabilidad Política y Financiera, Variables de Éxito ante la Incertidumbre Global”, México vive un período de estabilidad sin precedentes.

¿Qué debemos de hacer para aprovechar esta estabilidad?

- SR. FELIPE GONZÁLEZ MÁRQUEZ: Bueno, vamos a ver.

Primero, preservar la estabilidad, y segundo, considerar, no gobernamos los políticos para tener como finalidad última unas grandes reservas y una gran estabilidad. Gobernamos para utilizar eso como instrumento para que la gente viva mejor. Se entiende esto; o sea, las políticas de estabilidad son instrumentales; sirven para fomentar un crecimiento sostenido y sostenible que mejore las condiciones de vida de la gente.

Sin embargo, como es tan infrecuente, lo que más me llamó la atención esta mañana hasta qué grado se lo crea cada uno, pues no lo sé, pero creo que hay un valor que se ha conseguido consensuar en México y es que la estabilidad macroeconómica es un bien compartido que mejor no tocarlo.

Por tanto, no he visto a ningún candidato atacar a la condición necesaria.

Es condición suficiente, el recorrido de México es muy amplio, y hemos oído cosas muy interesantes aquí, muy interesantes. Con esa estabilidad macroeconómica, el grado de bancarización, financiación de la economía es suficiente; pues es evidente que no, tiene mucho más recorrido.

Lo que me salía a mí, presidiendo al grupo ese que llamaban de sabio de la Unión Europea, es que el crecimiento potencial de México se acerca al 7 por ciento, como el de otros países, está Perú en ese crecimiento.

Por tanto, México tiene mucho recorrido, preservando la estabilidad macroeconómica y resolviendo algunos problemas.

Hoy he visto por lo menos dos o tres variantes del desafío energético de México como el de todos los países. Déjenme que les diga algo que no me va a comprometer, porque yo sé que el Artículo 33 de la Constitución lo cambiaron, no me dio tiempo a contárselo a Aznar cuando vino por aquí, se armó un lío muy gordo, pero en eso yo siempre voy a ser respetuoso.

Miren, el problema es tener el desafío, es tener un modelo energético y medirlo por su eficiencia al servicio de los ciudadanos. ¿Cuál es el modelo? Es totalmente público.

Yo pienso en Noruega, que tiene una sola empresa pública estatal que es Start Oil, que es una empresa mundial de un país pequeñito mundial extraordinariamente eficiente y competitiva. Pienso en un modelo como el país del norte, que es privado puro y de competencia abierta y que es muy eficiente, muy eficiente en la competencia entre los privados; tan eficiente que hace 10 años Estados Unidos importaba gas masivamente y todas las plantas de regasificación que habían en la frontera, de un lugar y de otro, ahora son plantas de licuefacción para exportar el gas que están produciendo ahora con excedente. Es un modelo contrario.

¿El mixto cuál es? El de PETROBRAS. Por tanto, le doy importancia a que el modelo se mida en términos de eficiencia para el país.

En el presidente de Ecuador en una ocasión discutí la mitad de la producción nacional es pública, es empresa pública, y la otra mitad es empresa privada, normalmente depredadores privados internacionales; pero el 80 por ciento de los ingresos petroleros del país lo dan las empresas privadas depredadoras, participando en el 50 por ciento de la producción.

El problema es de eficiencia y de nuevo aquí tengo que decir algo que no me cansaré de repetir en mis muchos debates con la izquierda, y por ciento, con alguna gente de derecha también. El problema de verdad es evitar casarse con el instrumento e intentar ser flexible instrumentalmente para conseguir objetivos.

Si el instrumento falla, si realmente no es eficiente hay que revisarlo, porque el objetivo es que la gente viva mejor.

- LIC. JAIME RUIZ SACRISTÁN: Usted ha mencionado que la única forma de lograr un rescate financiero es dejar de preocuparse por la deuda y pensar en el crecimiento, en políticas que generen empleos y mejoren la competitividad.

¿Podría abundar sobre esta propuesta?

- SR. FELIPE GONZÁLEZ MÁRQUEZ: No, por Dios. Si se interpreta que creo que hay que dejar de preocuparse por el problema de la deuda, entonces, la tarea que ha hecho durante años para explicar que hay que mantener equilibrios macroeconómicos, no se ha entendido.

No, lo que digo es que el tratamiento que se le está dando al problema de la deuda en Europa, sobre todo por una decisión alemana, es tratar el problema de la deuda como un problema de solvencia.

Tenemos un problema de deuda, sí; en España la deuda es todavía un 20 por ciento menos que la Alemana --la deuda pública--; la deuda privada en familias y empresa, 200 y pico por ciento del Producto Bruto; pero la deuda pública es menor que la alemana y no digo que no haya que preocuparse, al contrario, hay que reducir la deuda, y reducir el déficit; es decir, hay que ajustarse.

¿Cuál es mi discusión? Tiene de verdad, es un objetivo sine qua non que el equilibrio presupuestario por hablar de algo en términos generales, se consiga, ahora a España le piden que el próximo año tenga el 3 por ciento de déficit sobre el producto bruto, en su presupuesto y tiene que ser en el año 13, porque no va a ser, a pesar de todo el esfuerzo que haga Rajoy y el Gobierno, él ya sabe que no va a ser.

Es que tiene que ser en el año 13, no puede ser en el año 16, porque lo que importa es la tendencia hacia el ajuste, lo que importa es la tendencia. Pero esa manía de tratar, repito, el problema de la deuda con un problema de solvencia, está llevando a que los países sometidos a ese tratamiento de fuerza como Portugal, estén convirtiendo de verdad el problema de la deuda en problema de solvencia, y sus economías están cayendo a ritmo de tres o cuatro por ciento cada año acumulativo.

También Grecia, ya es el colmo; en Grecia en cinco años perderán el 40 por ciento del Producto por habitante, de la riqueza por habitante.

Por tanto, lo que digo y por eso lo he explicado ahí, hay que tratar el problema de la deuda, intentando recuperar gradualmente los equilibrios básicos que hemos perdido en 20 meses, en España estábamos con muy buenas cuentas públicas, y al mismo tiempo hay que procurarle liquidez a la economía.

Yo creo que en Estados Unidos, a pesar de lo que dice el Tea Party, Obama no es un rojo peligroso. Se quedó sin políticas activas desde el punto de vista del gasto y sigue utilizando el único instrumento que tiene, porque ha perdido la mayoría en el Congreso, que es la reserva federal.

Por tanto, está utilizando la política monetaria para estimular a la economía, su obsesión no es, ni puede, ni debe ser rebajar abruptamente la deuda, aunque tiene un problema serio de deuda, su obsesión es recuperar la economía al mismo tiempo que contener el gasto y después reducirlo. Esa es mi teoría, por Dios, si creen que no hay que preocuparse del problema de la deuda, es que no soy yo, alguien me ha confundido.

- LIC. JAIME RUIZ SACRISTÁN: Una última pregunta. ¿Es viable la unión fiscal de Europa sin que los países y su gente sientan que pierden soberanía?

- SR. FELIPE GONZÁLEZ MÁRQUEZ: Sí, yo tengo una relación peculiar con la soberanía.

Cuando firmamos el tratado de Maastricht, el de la Unión Económica y Monetaria y, por tanto, decidimos que iba a haber un solo banco central y una sola moneda, y que nosotros teníamos que renunciar a la mirada y querida peseta que nos acompañaba durante tantos años.

Yo decía: “Bueno, vamos a perder soberanía”. Los símbolos del estado-nación, tal como lo conocemos desde el principio del 19, porque algunos creen que siempre hemos vivido en esta estructura de estado-nación, y no es verdad, estado-nación es una invención relativamente, pero de los símbolos de soberanía uno de los más importantes era la moneda, le pongo la cara de no sé qué, defino la frontera en la que esa moneda tiene el valor que tiene, fuera tiene un valor de cambio de lo que sea, símbolo de soberanía.

La defensa era otro símbolo de soberanía, etcétera, había unos cuantos. El símbolo más importante de soberanía era la soberanía monetaria; Banco Central acuñe a moneda, tiene el control monetario, cuando a mí me decían: “Usted está dispuesto a ceder soberanía”. Dije: “sí, sí”, a cederla no a un tercero a que la maneje, a cederla para compartirlo con otros.

Me preguntaban en alguna ocasión por la dolarización de algunos países de América Latina, incluso en algún debate hace 15 años en México por la dolarización de México, la dolarización, mientras que la política monetaria la decide otro, yo no lo aceptaría, pero la dolarización participando en el Banco Central, eso sería a plantear.

Yo aceptaba eso y les voy a explicar por qué. Porque en el año 91, 92, entre otros otros, y ser un gran ataque especulativo contra varias monedas europeas: la libra, el franco y la peseta. Realmente nos destrozaron.

Gran Bretaña tenía entonces un gobierno conservador y llegó en un momento determinado a cometer el error de aumentar las tasas de interés al 450 por ciento para combatir ese movimiento especulativo que sólo después nos explicaba de verdad.

Nosotros teníamos soberanía monetaria, pero vivíamos en la zona marco, gira la moneda alemana y la soberanía monetaria me servía a mí para que cuando el Bundesbank había decidido tal cosa sobre el marco alemán, yo tenía soberanía con la peseta para ajustarme lo más rápidamente que podía a la decisión del Bundesbank.

Si tardaba dos días, perdía un chorro de plata. Por tanto procuraba ajustarme en horas; ahora por lo menos, ahora se está discutiendo, por lo menos quiero discutir con los alemanes en el Banco Central Europeo, qué política monetaria se hace para todos.

Así que yo he perdido soberanía o la he ganado, respecto de mi experiencia, la he ganado, porque antes no me consultaban.

Decidía el Bundesbank y yo decidía continuar, no yo, decidía Mitterrand, en Francia, de todos. Vivíamos en la zona marco.

Por lo tanto, hay que replantearse, porque la globalización está poniendo en cuestión la visión que tenemos del estado de Nación tradicional.

He hablado a veces, México es el lugar más delicado para hablar de eso, de la crisis del Estado de Nación, que es de supranacionalidad, y de intranacionalidad, de las dos cosas, de descentralización hacia adentro y de descentralización hacia afuera.

Digo, México es muy delicado hablar de esto, pero yo no creo que haya nada que sustituya al Estado Nación, en el horizonte previsible, pero que tiene que cambiar, reformarse y adaptarse a los nuevos desafíos, no les quepa duda.

Si la Reserva Federal hace la política monetaria que hace con el dólar, México se tiene que ajustar y Brasil también y Colombia también.

A Brasil le endurecieron la moneda por dejar caer el valor del dólar, a tal punto de que en un momento determinado la Presidenta tuvo que plantarse y decir: “Algo tengo que hacer con este endurecimiento de mi moneda con un movimiento especulativo que se provoca por una Reserva Federal que yo no controlo”

- LIC. JAIME RUIZ SACRISTÁN: Pues bien, Presidente, muchas gracias por su intervención.

Ya abusamos mucho de su tiempo. En nombre de la ABM, le repetimos, usted es amigo de México, ha participado con ustedes en varias ocasiones.

Muchas gracias por sus comentarios.

- SR. FELIPE GONZÁLEZ MÁRQUEZ: Muchas gracias y sólo déjenme decirles que a pesar del frío que he pasado esta mañana, como desde 40 años, me siento bien en México.

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